Hacia la Cuarta Revolución Industrial
7 min readEntre los diferentes significados de la palabra “revolución”, nos encontramos con el que hace referencia a un cambio brusco en el ámbito social, económico o moral de una sociedad; también se entiende como el cambio violento y radical en las instituciones políticas de una sociedad.
Por otro lado, existen o se habla de diferentes tipos de revolución: política, cultural, social, económica, científica, tecnológica, etc. Pero quizá la que más esté o haya llamado la atención es la llamada revolución industrial.
Hay autores que identifican o afirman que el mundo ha transitado por tres revoluciones industriales y que se encamina a la cuarta. Estas revoluciones, cuando han aparecido en el escenario del mundo, han provocado cada una de ellas cambios con mucha rapidez y esto ha contribuido a la transformación de la sociedad a mucha velocidad. Pues en esta cuarta revolución industrial hay una convergencia de distintas tecnologías, como físicas, digitales y biológicas; tienen muchas implicaciones y son realidades que estamos viviendo en el presente. Una de esas implicaciones es la vida altamente digitalizada que muchas personas están ya viviendo.
Es la pérdida de la privacidad para darle paso a la publicidad de sus vidas a través de las redes sociales, la geolocalización, sus momentos más personales y sus amistades es de dominio público, así como sus datos biométricos. Es la mentalidad de querer o creer que compartiendo sus datos podrían mejorar sus relaciones y gustos, descubrir y elegir nuevos servicios y, una idea que está muy implantada en sus mentes es que, estos datos no serán utilizado con malas intenciones, sino más bien con respecto.
Las revoluciones tienen todas sus elementos traumáticos o siempre son difíciles de asimilar, digerir y aceptar. La llegada y desarrollo de esta cuarta revolución traerá sus situaciones, como lo puede ser el que se generen nuevos empleos para aquellos que posean las capacidades y la formación adecuadas; pero, por otro lado, dejará en el atraso a todos aquellos que no puedan cumplir con estas exigencias, ¿y no son la mayoría?
Fuerza laboral del Futuro
Esto ciertamente va a implicar un gran esfuerzo para los gobiernos de los países y las empresas, que tendrán que enfocarse en formar y preparar a la gente en la fuerza laboral del futuro. Tenemos el caso, por ejemplo, de la tecnología que avanza más rápido que el sentido moral y ético. La tecnología es muy útil, pero tiene que avanzar a la par con el sentido moral. La tecnología no puede decirnos qué decisiones tomar como seres humanos. La cuarta revolución nos encamina a un mundo nuevo, a un mundo más eficiente en el uso de la energía y las empresas tienen un papel fundamental en la construcción de este nuevo mundo.
Lo más característico e intenso de esta llamada cuarta revolución industrial es lo que tiene que ver con la revolución tecnológica como medio para transformar la humanidad. Hoy ya es muy común y se viene asumiendo como parte de la vida cotidiana, esto gracias a la presencia de esta llamada pandemia del covid-19, se ha establecido el trabajo digital o también llamado teletrabajo.
Pero también se está practicando en lo referente a la educación, llamada teleeducación. Estas formas de ejercer las diferentes actividades del ser humano están cambiando la forma y hábitos de este, y también están cambiando la forma de relacionarnos. Hoy en día, debido a la misma causa de la pandemia, ha aumentado el uso de las aplicaciones de reuniones virtuales.
En la actualidad se pude estar o tener una reunión con un sin número de personas conectadas a través del celular o la computadora desde diferentes lugares del país y del planeta. O sea, la virtualidad o tele realidad llegó para quedarse. Se están dando cambios profundos en la manera de cómo en las industrias se están llevando a cabo los diferentes modelos de negocios; lo mismo está sucediendo en el terreno social en la manera de cómo nos estamos relacionando, entreteniendo y expresándonos.
Los diferentes estamentos de los gobiernos se están reinventando, entre estos la educación y la salud entre otras:
“Debemos tener una visión integral y compartida en el plano mundial de cómo la tecnología está cambiando nuestras vidas y las de las generaciones futuras, y de cómo está cambiando el panorama del contexto económico, cultural, y humano en el cual vivimos” (Klaus Schwab y La Cuarta Revolución Industrial).
Klaus, – que es el fundador del Foro Económico Mundial, conocido también como el Foro de Davos -, es el precursor de esta cuarta revolución industrial y viene trabajando en ello a marcha acelerada. Según él, ha proporcionado una especie de manual para llevar a cabo esta revolución: lo que es, lo que traerá, cómo nos afectará y qué se puede hacer con el fin de aprovecharla para el bien común.
Según él, esta cuarta revolución es para fortalecer el bien común, pero habría que ver si ese fin es posible por medio de esta: ¿Se puede hablar de beneficio para el bien común cuando se aboga por establecer el nuevo paradigma de relacionarse entre las personas por medio de la virtualidad, de la tecnología, de la pantalla, donde es fácil ocultar las expresiones? ¿Sirve al bien común el quedarse en la casa, en una especie de encierro domiciliario, para realizar todo tipo de trabajo en desmedro de fortalecer las relaciones humanas y presenciales? ¿Dónde quedan nuestras libertades individuales? ¿Tendremos libertad para pensar? ¿Dónde queda la propiedad privada? ¿Sirve al bien común pasar a la teleeducación y abandonar las relaciones humanas entre los estudiantes y profesores?
O sea, ¿Qué tipo de seres humanos es al que en realidad se quiere llegar? ¿Al autómata? ¿Que todo lo hagamos por medio de la tecnología, por el internet, las redes sociales? ¿Ese es el bien común que este señor Klaus y sus compartes, – George Soros, Bill Gates, los grandes bancos del mundo y la industria farmacéutica -, quieren llevar a la humanidad a partir de la próxima década? Porque todo esto está programado por este grupo de la élite financiera global.
Agenda Global
Existe una agenda global para ir implementando e imponiendo esta revolución al 2030, y consta de los siguientes pasos:
- no tendrás nada y serás feliz;
- lo que desees lo alquilarás y te lo entregarán con un dron;
- los EEUU no será la potencia que dirigirá el mundo, sino que un grupo de países lo gobernará;
- no morirás esperando que alguien done un órgano porque no habrán trasplantes, sino que se crearán nuevos órganos;
- comerás menos carne y sí muchos vegetales porque hay que cuidar el medio ambiente y nuestra salud;
- más de mil millones de personas serán desplazados por el cambio climático y habrá que integrar a los refugiados;
- los contaminadores tendrán que pagar por emitir dióxido de carbono;
- posiblemente podríamos viajar al planeta rojo, a Marte y,
- los valores occidentales serán sometidos a prueba hasta el punto de quebrarse.
Esto es todo un plan diseñado por un grupo de poder internacional. No es algo que se piensa que puede llegar en unos cien o doscientos años. Esta revolución está ya planeada desde hace tiempo. Hay que tener en cuenta que la implementación de esta agenda global ha tenido un retraso de unos cuatro años, los cuatro años de la administración presidencial Trump de los Estados Unidos.
Según el señor Klaus, aprovechar la revolución tecnológica nos dará la oportunidad de examinarnos a nosotros mismos, nos ayuda a analizar los modelos sociales y así tener oportunidades para dar forma a la revolución de una manera que mejore el mundo. Al mismo tiempo, este señor aprovecha la aparición del virus como una causa adecuada para reiniciar un nuevo diseño del mundo. Todo esto no es al azar. Esto ya estaba planeado, y el plan, o ya empezó a ejecutarse o está por empezar a ejecutarse.
Un elemento importante para continuar o dar inicio al mismo, tiene que ver con las conclusiones que arrojen el proceso electoral de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, que aún están en discusión en los tribunales judiciales estatales, la Suprema Corte de la nación y si no se resuelven en dichos tribunales, pues habrá que esperar lo que decidan ambas cámaras legislativas por mandato de la Constitución.