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METERNOS POR LOS “OÍDOS” LAS ENSEÑANZAS DE JESÚS

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EVANGELIO DE HOY: 25/9/21 (Lc 9,43b-45).

En pocos versículos Lucas nos sitúa en las cosas esenciales que el Señor desea que nos “metamos por los oídos; por la cabeza” como bien dice Él a sus discípulos. En medio de la admiración que causa la persona, las palabras y las obras de Jesús, Él les recuerda a los suyos que “al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres”, lenguaje que a oídos de los discípulos era incomprensible. Meditemos:

En la vida cristiana, da la tentación de escoger una parte del seguimiento de Jesús: es aquella dimensión “dulce”, donde signos del Reino y de la gloria se manifiestan, provocando júbilo, admiración, aplausos… Pero Jesús hace aterrizar a sus discípulos para que no se deleiten en el propio vuelo. Los kilómetros jubilosos del seguimiento no pueden oscurecer la razón ni el corazón para asimilar que dicho camino también implica no sólo gloria, sino también cruz.

Hay cosas que no nos exigen esfuerzo de comprensión, y hasta se reciben con mucho agrado; otras implican valentía. Por eso, la expresión de Jesús: “métanse bien esto en la cabeza”. Es difícil echar raíces cuando se está delirando en “la luna”. Pero el maestro de los maestros insiste para que esos pobres discípulos maduren, y nosotros, con ellos, también.

El texto termina y los discípulos siguieron oscuros y confusos. ¿Cómo terminamos nosotros estas enseñanzas de hoy? A los discípulos les dio miedo preguntar; a veces no se quieren hacer preguntas para evadir las respuestas. Hay respuestas que confrontan con la propia cobardía; ¡superemos los miedos! Preguntemos a Jesús y tengamos coraje, con la fuerza del Espíritu, para escuchar lo que Él nos dice.

Señor: que la luz de tu Santo Espíritu venga hasta nuestras tinieblas, aquellas oscuridades que se asientan en nuestra mente y en nuestro corazón. Queremos superar el raciocinio meramente humano, y ser elevados a dimensiones trascendentes de comprensión. Entrar en tu lógica, Señor, es una gracia. Muéstranos el tesoro de tus pensamientos para no escandalizarnos con tus enseñanzas. No queremos andar con miedos a tu persona, silenciados, sin preguntas, porque no somos momias de museos, somos gente inquieta, Señor. Danos la valentía de contemplarte más allá de signos y cruces, deseamos unirnos a ti por lo que eres: Hijo de Dios Resucitado.

  1. ¿Qué se me hace difícil asimilar en el seguimiento de Jesús? ¿Qué tengo que meterme en la cabeza de sus enseñanzas?
  2. ¿Cuáles cosas de las enseñanzas de Jesús se han metido por mi cabeza y aguardan bajar hasta mi corazón?
  3. ¿Cómo entiendo esto: “tener confianza/paciencia en tiempos de júbilo, y tener confianza/paciencia en tiempos de cruz”?