Mié. Sep 18th, 2024

ApmPrensa

Agencia de Prensa APM

ACNEDOTAS DE LOS SANTOS

7 min read

San Francisco de Asís:

Un día decidió ir a Roma para solicitar que el papa Inocencio III lo autorizara a fundar una nueva orden. Cuando el Pontífice recibió a Francisco y al verlo le dijo: “Vestido como estás, más pareces cerdo que ser humano. Vete a vivir con tus hermanos”. Francisco se inclinó y salió a buscar una pocilga. Una vez en ella pasó unas horas entre los puercos, revolcándose en el lodo. Después volvió a presentarse ante el Papa. Se inclinó humildemente y le dijo: “Señor, he hecho lo que tú me mandaste. Ahora te ruego hagas lo que yo te pido”. Y el Papa dio el reconocimiento y se fundó la orden de los franciscanos.

San Antonio de Padua

No se llamaba Antonio, no nació en Padua y no era italiano.
Nació en Lisboa, Portugal, Se llamaba Fernando. A los 25 años adoptó el nombre de Antonio cuando se hizo franciscano.
Un día fue invitado a comer y le pusieron veneno en el plato para matarlo, pero como un hombre de Dios, bendigo los alimentos con la señal de la cruz sobre el plato y comió sin recibir mal alguno.

San Jorge:

Es el santo militar más reconocido y uno de los más reverenciados en el mundo occidental.

Santa Juana de Arco:

En una batalla fue herida en el cuello con una flecha, al caer se levantó, se quitó la flecha y continúo dirigiendo su ejército.

San Isidro Labrador

Junto a su esposa Santa María de la Cabeza. un día estaban ellos en el campo y su hijito se cayó a un pozo muy profundo. Los esposos, al no poder rescatarlo, se arrodillaron y se pusieron a rezar. De pronto, las aguas empezaron a subir y apareció el niño sin ningún rasguño.

San Lorenzo

Es el Santo patrón de los cocineros. El Santo fue condenado a morir quemado en una hoguera, específicamente en una parrilla de hierro.
Según la tradición, después de un rato de estarse quemando en la parrilla dijo al juez: «Ya estoy asado por un lado. Ahora que me vuelvan hacia el otro lado para quedar asado por completo». El verdugo mandó que lo voltearan y así se quemó por completo.

Ignacio de Loyola:

Sacerdote y teólogo que fundó Los Jesuitas. Estuvo en muchas batallas sin ser herido, hasta que una bala de cañón hirió una de sus piernas y le rompió la otra, teniendo que ser sometido a una cirugía sin anestesia en la que le cortaron el hueso; como resultado le quedo una pierna más pequeña que la otra.

San Pascual Bailón

San Pascual Bailón fue un campesino español muy pobre que murió que fue canonizado por su amor a la eucaristía. Como él veía que la gente rezaba tanto, un día se paró frente a la eucaristía y dijo como no sé leer ni escribir como los demás yo le ofrendaré a Dios lo que sé: bailar. Desde entonces, siempre bailó con mucho respeto frente a la custodia sin dar la espalda.

San Felipe Neri

Habiendo quedado huérfano de madre, lo envió su padre a casa de un tío muy rico, el cual planeaba dejarlo heredero de todos sus bienes. Pero Felipe al darse cuenta salió corriendo de la casa porque quería confiar solamente en Dios y no en riquezas o familiares pudientes.

San Agustín

Voz locutor: Cierta vez, se paseaba San Agustín, cerca de una playa, meditando sobre la Santísima Trinidad y cómo era posible que hubiera 3 Personas en un mismo y único Dios.
En esto, se encuentra con un niño que, sentado en la arena, intentaba llenar un baldecito con arena.
El santo, entonces, le pregunta: «¿Qué estás haciendo?»
A lo que el niño le responde:
«Quiero poner toda la arena de esta playa en este baldecito».
¡Pero eso es imposible!
«No más imposible de lo que es para ti entender o explicar el misterio de la Santísima Trinidad.»
Dicho esto, el muchachito desapareció.

Santa Teresa de Jesús

«Nada te turbe, nada te espante.
Todo se pasa. Dios no se muda.
La paciencia todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene, nada le falta.
Sólo Dios basta.»

SANTA CLARA DE ASIS

En una de las visitas del Papa al Convento, dándose las doce del día, Santa Clara invita a comer al Santo Padre pero el Papa no accedió. Entonces ella le pide que por favor bendiga los panes para que queden de recuerdo, pero el Papa

Santa Clara le dice que sería como un irrespeto muy grande de su parte hacer eso delante del Vicario de Cristo. El Papa, entonces, le ordena bajo el voto de obediencia que haga la señal de la Cruz. Ella bendijo los panes haciéndole la señal de la Cruz y al instante quedó la Cruz impresa sobre todos los panes.

SANTA FAUSTINA

Santa Faustina es llamada secretaria y apóstol de la Divina Misericordia, por sus revelaciones de Jesús Misericordioso y el llamado concreto que Él le hizo.

El cuadro de Jesús Misericordioso fue pintado a pedido del beato P.Sopocko, confesor de la santa. Faustina, al ver que Jesús no estaba tan bello como lo era en las visiones que ella tenía, se entristeció y se quejaba llorando: ¿Quién te pintará tan bello como eres?

En respuesta a su pregunta, oyó una voz que le decía: «Ni en la belleza de la pintura, ni del pincel, consiste la grandeza de este cuadro, sino en mi Gracia.»

SAN JUAN XXIII

Se cuenta que el «Papa Bueno», uno de los Papas más entrados en kilos que ha tenido la Iglesia, cada vez que se subía a la silla gestatoria lo hacía a regañadientes, murmurando su desencanto por el esfuerzo. Y que la primera vez que subió a ella preguntó con una sonrisa a quienes iban a cargar con él:¿No se hundirá esto con tanto peso?

Cierto día visitó un hospital a cargo de religiosas, denominado “Archihospital del Espíritu Santo”. Al llegar, la superiora, toda nerviosa y muy emocionada, besó atropelladamente su anillo doblando la rodilla y sólo acertó a presentarse con estas palabras: Santidad, soy la superiora del Espíritu Santo.

Con una sonrisa ante tan original presentación y para templar sus visibles nervios, le respondió con chistosa y afectuosamente: ¡Qué suerte tiene, hermana! Yo sólo he podido llegar a ser vicario de Cristo.

MADRE TERESA DE CALCUTA

Un día, una señora, impresionada por verla bañar a un leproso, le dijo: » Yo no bañaría a un leproso ni por un millón de dólares» .

La Madre Teresa le contestó: «Yo tampoco porque a un leproso solo se lo puede bañar por amor».

SAN ALBERTO HURTADO

Un joven jesuita viajó a Santiago con muchos encargos. Al llegar se encontró con el Padre Hurtado y le pidió la camioneta. Él sacó las llaves del bolsillo y le dijo: “Encantado, patroncito”. Apenas partió el joven en la camioneta, el Padre Hurtado salió a hacer sus numerosas diligencias en micro. Este detalle muestra su caridad espontánea.

SANTA TERESA DE JESÚS

Teresa de Cepeda y Ahumada, más conocida como santa Teresa de Jesús o simplemente Teresa de Ávila fue una religiosa, fundadora de las carmelitas descalzas, rama de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo Canonizada a poco menos de cuarenta años de su muerte, fue proclamada Doctora de la Iglesia católica en 1970 por Pablo VI. Junto con san Juan de la Cruz, se considera a santa Teresa de Jesús la cumbre de la mística experimental cristiana, y una de las grandes maestras de la vida espiritual en la historia de la Iglesia.

SAN JUAN DE LA CRUZ

Su nombre secular era Juan de Yepes Álvarez, fue un religioso y poeta místico del renacimiento español. Reformador de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo y cofundador de la Orden de los Carmelitas Descalzos con Santa Teresa de Jesús.

Karol Józef Wojtyla, SAN JUAN PABLO II (1920-2005)

“Pues si no oyes, te inclinas”
Siendo obispo auxiliar a principios de los años sesenta, durante una de las visitas pastorales a un pueblo de la diócesis de Cracovia, un niño le saludó dándole un pequeño discurso de bienvenida, como era costumbre.

Wojtyła le dijo que hablara un poco más alto pues no le oía, y el chaval le espetó gritándole a viva voz:
-¡Pues si no oyes, te inclinas!

Hubo consternación entre los asistentes. Wojtyła se inclinó y escuchó con atención lo que le decía y después durante la homilía comentó:
-Uno de los más pequeños de vuestra comunidad parroquial ya al principio de nuestro encuentro me ha recordado que debo inclinarme para escuchar lo que quiere decirme. Sí, yo ahora en mi servicio pastoral me inclino ante vosotros…