PREPARACIÓN
2 min read«En cuanto tu saludo llegó a mis oídos la criatura dentro de mí saltó de alegría» (Lucas 1,39-45)
Cercanos a la fiesta de la Navidad, prácticamente preparándonos para la cena de Nochebuena, el compartir con la familia y amigos , en medio de música cantos, bailes y risas nos llega esta última semana de preparación para la Navidad.
Podemos quedarnos en preparar la casa, limpiándola y pintándola de arriba abajo. O comprar un buen vestido o ropa para estrenar ese día, o apuntar el rumbo que hemos de tomar en estos días de vacaciones.
Hoy quiero ir más allá de lo que para nosotros es habitual año tras año y desde el episodio de la visita de María a Isabel su prima sacar de una forma breve las actitudes que nos pueden ayudar a vivir este tiempo que se acerca.
Primero es salir de nosotros mismos e ir en ayuda de otros, con presteza, llevando una palabra de consuelo, paz y amor. Llevando la presencia de Dios entre nosotros, del Emmanuel que nos llena de alegría.
Segundo, es vivir en esa alegría, no de fuegos artificiales y bebentinas pasajeras. Por el contrario, en la certeza de la alegría permanente del Dios que no nos abandona, aún en nuestras soledades y preocupaciones, Él está ahí. La experiencia de Dios es una experiencia de alegría, pues Él rompe cadenas liberándonos.
Tercero, con una actitud de fe y confianza, sabiendo que Dios no se desdice. Él siempre cumple sus promesas.
Que nuestra tarea sea encontrar motivos de alegría. Abre tu corazón en estos días próximos a la Navidad, y deja que Él te llene de su fuerza y poder. Que llenos del Espíritu Santo, podamos saltar, al igual que Juan, en la alegría de su presencia entre nosotros. Amén.