UN MOMENTO: Palabra y Obra

Lunes 27 de diciembre 2021

Lo decimos muchas veces: las palabras deben ser acompañadas de las obras y una palabra en sí misma tiene un valor. La palabra en sí misma es una obra, por eso los judíos decían «dabar» que había que traducirlo como palabra y obra.

Juan el evangelista, cuya fiesta celebramos hoy, es una persona de la palabra, tiene unas reflexiones magníficas sobre el valor, el peso, la importancia de la palabra. Pero cuando Jesús le dijo aquella palabra: -He ahí a tu madre- él recibió a la madre y a Maria: -he ahí a tu hijo-, recibió la palabra y la hizo obra. Juan llevó siempre a María. Cuando se fue a Efeso se la llevó. Por eso la palabra es que acoge, que recibe.

María fue acogida por Juan. Es una invitación a que hoy sigamos acogiendo y recordemos los hijos nos mueren tranquilos, los hijos no mueren en paz, si sus madres, que son muy queridas, como Jesús que amaba a su madre sobre todas las cosas, Jesús no podía morir en paz hasta que no viera a su madre María en buenas manos.

Juan son las buenas manos que reciben y cuidan de las personas. ¡Felicidades! a los asilos, a los ancianatos, felicidades a todas esas obras sociales que reciben a las personas no con palabras sino con obras las atienden como Juan recibió a María.

Hasta mañana si Dios, usted y yo lo queremos.