Mié. Sep 18th, 2024

ApmPrensa

Agencia de Prensa APM

BONDAD DEL CORAZÓN: SANIDAD DE LAS PALABRAS.

3 min read

EVANGELIO DE HOY: 27/2/22 (Lc 6,39-45). 

Acogemos el evangelio en el conjunto de las lecturas de hoy. A una voz invitan al cultivo de la vida interior. Impresiona la imagen con la cual inicia la primera lectura de Eclesiástico: “Se agita el cedazo y queda el desecho”. La frase refleja a la persona humana en proceso de discernimiento para tirar de ella el “desecho”, lo que sobra de su casa íntima, su propio ser. La sabiduría denuncia la vida superficial. Y valora como perla preciosa al hombre y a la mujer de pensamiento profundo y útil. Por eso advierte prudencia y cautela ante el halago de alguien a quien no se le ha conocido su forma de pensar. El pensamiento de uno es su cédula de identidad.
 
El evangelio, en este sentido, hace un llamado a mirarse a sí mismo, no en sentido egoísta, sino reflexivo. Alguien dijo: “una vaca siempre será vaca, el ser humano puede ser cada vez más humano”. Sin esta parada necesaria para meditar, la persona, como si fuese un campo sin desyerbar, se llenaría de malezas que le impiden la visión. Sin revisión personal, la visión se vuelve tan débil y enfermiza que sólo alcanza a mirar a los demás, sin ningún beneficio ni para el propio crecimiento ni para el ajeno. Por eso dice el Señor: “Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano”.
 
Interesa considerar que, mientras vamos de camino, siempre habrá una viga que sacar del propio ojo, de la misma manera en que siempre habrá algo que aprender del maestro,  no termina el aprendizaje ni la reflexión. Caminar en actitud discipular, meditativa, en conversión permanente es garantía para no caer como “cegatos” en los hoyos de la vida.
 
El Salmo 91 nos invita a crecer como una palmera. La palmera sube y al mismo tiempo crece para abajo, echando raíces. En su sentido espiritual, crece quien plantado en el Señor sabe agradecer sus maravillas. Por eso dice: “Es bueno dar gracias al Señor”. El hombre y la mujer que agradecen se disponen a crecer. Sólo agradece quien es capaz de reflexionar y considerar que todo ha sido gracia de Dios, y auxilio de los hermanos. La frondosidad y los frutos del árbol bien plantado anuncian la sanidad de su savia y dan gloria a Dios con su existencia.
 
Señor: nosotros queremos atesorar bondad en el corazón. Nos disponemos a reflexionar diariamente, a pasarnos por el cedazo de la conciencia. Estamos tomando conciencia del valor de las palabras que comunicamos; pon el centinela de la prudencia en nuestros labios para no desperdiciarlas. Haznos saborear el silencio y en éste distinguir y separar, en el lenguaje paulino, lo corruptible de lo incorruptible. Te presentamos el mensaje de nuestros obispos hoy 27 de febrero, día de la Independencia Nacional, “Que en todo brille la verdad para el bien de la nación”; como bien nos desean “debemos seguir poniendo mucho empeño en cuidar la salud física y mental”, especialmente en estos momentos de crisis. Danos tu gracia, Señor.
 
1. ¿Qué aportan a mi familia, a la sociedad, las palabras que comunico?

2. ¿Dónde están plantados los cimientos de mi vida, dónde estamos plantados como país?

3. ¿Qué cosas manan de mí, por aquello que conservo en el corazón, qué voy sembrando en la sociedad?