Vie. Jul 26th, 2024

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SOLEMNIDAD NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES

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DISCÍPULAS MISIONERAS POR LA SANTIDAD

Evangelio Joven: 24/9/23 (Jn 2, 1-11).
Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros, Rep. Dom.

A comienzos del Siglo XIII, numerosos cristianos sufrieron persecución y prisión por parte de sus contrarios en la fe. En este contexto, la Virgen María tuvo una triple aparición a tres personajes, a fin de fundar una orden religiosa destinada a liberar a los cautivos. Estos fueron: san Pedro Nolasco (religioso), san Raimundo de Peñafort (dominico y canonista), y el rey Jacobo de Aragón; lográndose así integrar la base para dicha obra, en manos del fundador, el legislador y el bienhechor principal.

La advocación de las Mercedes, remite al siglo XV, en contexto colonial y evangelizador. La imagen fue traída a América por los Mercedarios. El pueblo dominicano experimentó su especial intercesión en el terremoto del 1614 y la independencia de 1844. Fue proclamada patrona de la República Dominicana. Su Santuario Nacional, en Santo Cerro, está vinculado a la Cruz de Cristóbal Colón. Desde el Siglo XVI ha sido lugar de devoción y peregrinación.

Nuestra Señora de las Mercedes, remite a la misericordia. Si Jesús es el rostro de la misericordia. María es Madre de misericordia. Los cristianos son sus hijos e hijas, asentados en su seno materno. Está vinculada a ellos mediante lazos de amor. Traduce dicha ternura en acciones de liberación; cuando está presente: el yugo se rasga, las correas se sueltan, las cadenas se rompen…; la esclavitud se convierte en libertad.

El evangelio de este domingo nos presenta la misericordia aconteciendo. María se compadece porque los novios, en la fiesta, quedaron sin vino. Se adelanta para que no pasen vergüenza. Toca las vísceras de la misericordia, Jesús. Ella les dice a todos: “Hagan lo que Él les diga”. Por su intercesión, Él acelera la hora y acontece el milagro. El milagro es que Cristo se nos dio como la mejor bebida: agua y vino, de su costado. Beber a Jesús libera. Mantengámonos firmes y no nos dejemos atar de nuevo al yugo de la esclavitud.

  1. ¿Distingues las esclavitudes físicas, sicológicas y espirituales?
  2. ¿Cuáles esclavitudes actuales te encadenan?
  3. ¿Cómo experimentas la liberación en tu vida?
  4. ¿Cuáles son los rostros de los encadenados?
  5. ¿Ayudas, como María, a liberar a los cautivos?