Las leyes regulan y se reforman

La función de la ley humana es regular las relaciones de los miembros de una sociedad para un desarrollo y convivencia pacíficos. Las leyes, de cualquier tipo que sean, divinas o humanas, están al servicio del hombre, y no al revés.

Las leyes divinas, puestas en la naturaleza o reveladas, se pueden profundizar y encuentran mil aplicaciones diferentes, pero no se pueden abolir.

Cuando las leyes hechas por nosotros los hombres, esas que regulan nuestra convivencia, se tornan infuncionales y ya no resuelven de manera eficaz las relaciones de cualquier grupo humano o nación, deben ser modificadas.

Mientras exista una ley, ella orienta y regula. Mientas existan unas leyes sobre elecciones, ellas orientan y regulan todo el proceso electoral, incluso en momento de conflicto.

Cuando esas leyes ya no respondan a las necesidades de un país, deben ser reformadas o perfeccionadas en su momento oportuno, escuchando y recogiendo la conciencia y evolución que ese pueblo ha tenido al respecto.

Pueden leer este artículo en nuestro segmento «Narraciones, poemas y Buen humor» del periódico La Información en este enlace