El liderazgo político

*»Los problemas que hoy enfrentamos – pobreza, violencia en el interior, guerra y destrucción en el exterior – continuarán solo mientras sigamos dependiendo de los mismos políticos que los crearon». Donal Trump

 Avizoro la sorpresa de muchos al descubrir que alguien haya osado iniciar un artículo citando un enunciado del Presidente Trump.  Aclaro que no hago juicio sobre la persona, pero la frase esta genial, además, por si fuere de lugar, ya Jesús había sentenciado: «Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta.»₍₁₎

Digo que el contexto de referencia viene bien, ya que nunca como ahora ha sido tan importante revisar el quehacer de la administración política de quienes ejercen posiciones públicas.  Visto que día a día incrementa el número de fuerzas totalitarias que ejercen su autoridad por vía de la represión o mediante leyes que vulneran la libertad de conciencia. Amén de las apropiaciones del patrimonio del pueblo, mediante la privatización del bien común.

Concomitante a lo antes dicho, se observan que expresiones de anarquía revolucionarias brotan desde cualquier esquina, con el claro fin de destruir la arquitectura social y económica de las democracias.

Entendemos que urge revisar el fundamento ideológico de los partidos como el de las personas políticas, para auscultar lo que se oculta debajo de la noticia y el espectáculo. ¡No es tiempo de ingenuidad!

Asuma pues el político Cristiano de Comunión Católica, que sobre él pesa el mandato de ser luz en medio de la oscuridad.  Entendiendo que ser luz no significa solo ser ícono sobre el que se posan las miradas, sino luz que devele lo que se oculta detrás de la oscuridad y faro que conduzca al bien obrar.

Roguemos a Dios Altísimo para que motive líderes, capaces de asumir desde la política, compromisos en la defensa de la persona, según su verdadera dignidad como hijos e hijas de Dios.