Mar. Abr 16th, 2024

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Seamos Prudentes y Sabios ante el proceso electoral de los Estados Unidos.

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Seamos Prudentes y Sabios ante el proceso electoral de los Estados Unidos

“Los hombres juiciosos se portan con prudencia en el hablar, y entienden la verdad y la justicia, y esparcen como lluvia proverbios y sentencias” (Eclo. 18,29).

La prudencia es la virtud por la cual los hombres estamos llamados a ser cuidadosos en nuestra manera de hablar; también nos conduce a saber distinguir entre lo bueno y lo malo; comportarnos de una manera adecuada y así poder prevenir y evitar que otros nos engañen, tener sentido común en lo que decimos y hacemos.

Desde principios de este mes, la atención del mundo ha estado centrada en lo que viene sucediendo en el país más poderoso del mundo en cuanto al proceso electoral en el que está inmerso. Hace cuatro años atrás (2016), recordamos que los resultados de las elecciones fueron de conocimiento inmediato y se supo quién fue el candidato vencedor y no hubo más qué hacer.

Para esta ocasión no ha sido así. Ha transcurrido una semana desde el día de las elecciones y aún no se tienen los resultados del vencedor de la contienda electoral; aunque ya uno de ellos, el candidato demócrata y su compañera de boleta, se han declarado los ganadores sin que el organismo oficial electoral se haya pronunciado al respecto; más bien, todo ha sido llevado a cabo por los medios masivos de comunicación que están haciendo su parte en este proceso y que no es más que una manipulación ya que, estos no tienen ninguna autoridad para hacer tal declaración.

Lo peor de esto es que su influencia en la opinión pública es de tal magnitud que la gente común se lo ha creído y están celebrando un “triunfo” que, de ser cierto, aún no es oficial.

Pues teniendo en cuenta lo anteriormente dicho, prudencia es precisamente lo que nos está faltando practicar en esta ocasión. La gran mayoría de las personas se han dejado manipular, mentalizar y engañar por estos grandes medios de comunicación que están a favor de la clase globalista mundial que se sigue afanando en querer dominar y cambiar el rumbo de la humanidad por el camino que a ellos se les ha antojado.

A gran parte de la humanidad les está faltando hacer ese buen juicio para saber distinguir lo bueno de lo malo, la verdad de la falsedad; le está faltando aplicar el sentido común ante lo que se está llevando a cabo en estos momentos ante esta manipulación burda.

Al mismo tiempo, por otro lado, son ya varios los líderes políticos, mandatarios, figuras del espectáculo, del deporte mundial y otros más, que han manifestado sus felicitaciones al supuesto vencedor de este proceso electoral, sin esperar tampoco el anuncio oficial de organismo competente.

Pareciera que es como si todos se hubieran puesto de acuerdo para desahogar sobre una persona específica su odio, su rechazo; porque para estas personas y grupos parece ser que es más importante estar del lado de los embaucadores, engañadores y manipuladores, que estar del lado de la verdad.

El odio a Trump

No voy a hacer aquí un desglose de las acciones políticas del señor Trump. Pero, preguntémonos lo siguiente. ¿Cuál es la causa del odio y del rechazo al presidente de los EEUU? ¿Qué daño le ha hecho este hombre al mundo, que ha despertado este odio y rechazo que se basa, más en lo sentimental que en lo racional? Se están dejando guiar por un sentimiento de odio asusado por un grupo de la élite mundial que ha visto en este personaje su obstáculo más grande que les ha impedido llevar a cabo su plan, su agenda globalista e ideológica; y han sabido inocular su frustración, rechazo y odio hasta el tuétano de gran parte de la humanidad.

Pues esto no es más que una patología colectiva. Sabemos que este hombre, – y ningún otro -, es perfecto; que ha cometido, comete y cometerá errores, al igual que cualquiera de nosotros. Se trata de hablar racionalmente. A este hombre se le ha acusado de todo los males, no sólo de su país, sino también de la humanidad y esto no es más que parte de la burda manipulación de las élites globalistas; no se le quiere reconocer nada positivo en sus políticas públicas, tanto en lo interno para su nación como en lo externo.

Se le está forzando a que acepte su derrota sin más y al mismo tiempo negando su derecho a denunciar fraude, si tiene las debidas pruebas, y no dejar en la impunidad el delito que se ha cometido, no sólo y nada más en su contra, sino sobre todo en contra de la institucionalidad de ese país, del pueblo estadounidense y de la democracia. Y es que, en la democracia se puede perder una elección, pero jamás se puede permitir que en una elección se pierda la democracia.

Sobre Biden

Por otro lado, tenemos al candidato que los medios de comunicación y él mismo, se ha declarado ganador de la contienda electoral. Pues este candidato, una de las cosas de las que ha presumido es de su fe católica e incluso ha hablado de cómo ésta ha influido en momentos importantes de su vida.

Pero parece ser que esas manifestaciones se han quedado en su ámbito privado e íntimo; parece ser que esa misma fe religiosa no tiene nada que ver en lo que a su accionar público y político se refiere. Es conocida, – como parte de su agenda política -, su apoyo a las políticas públicas pro aborto, los grupos LGTBIQ y todo lo que tiene que ver con las políticas mundialistas contra el cristinismo católico, la Iglesia y la doctrina milenaria católica.

Esta situación es lo que le llevó, en su momento, a que un sacerdote le negara la comunión sacramental. Como si esto no fuera suficiente, – en agosto del 2016, siendo vice presidente de EEUU -, este candidato presidió una celebración de un “matrimonio” entre dos personas del mismo sexo y la Conferencia Episcopal de los EEUU, pidió su excomunión.

Pero esta misma Conferencia Episcopal es la que, en la persona de su presidente, acaba de emitir un comunicado felicitando al nuevo presidente electo Joe Biden, donde el prelado católico le manifiesta haber apoyado al segundo presidente católico en la historia de los EEUU, después de Kennedy.

Y esto es también la “gran ventaja” que ven otros católicos en este señor y aducen que, por su catolicismo, tienen la esperanza que asuma y ejecute políticas públicas inspiradas por su fe católica. Pero, ¿será que estos hermanos católicos no saben o no están enterados de la agenda política anti vida, anti católica de este señor y que afectan a la familia, libertad religiosa, etc.?

Apoyo de Católicos a Biden

Como sucede en otros países, muchos católicos apoyaron con su voto a este señor; se convirtieron, estos católicos al dar su voto a este candidato, en cómplices de las posturas anti cristianas católicas. Una vez más asistimos al hecho triste de que, una cosa es la fe en el templo, en lo privado, en lo íntimo; y otra cosa es la vida fuera de estos ámbitos. ¿Qué clase de cristianos seguimos siendo al tomar estas actitudes de separar la vida de fe de la vida cotidiana, de nuestra presencia y accionar en la sociedad? ¿Le seguiremos dando a nuestros enemigos motivos para que nos sigan tratando como ciudadanos de segunda y tercera categoría? ¿Que por nuestra fe religiosa no podemos influir para que nuestras leyes sean más acordes al bien común?

Esto nos hace pensar que hay una gran parte de católicos que son paganos; bautizados nominales que viven y actúan como cualquier pagano o ateo; católicos que lo son sólo cuando van a la misa, a bautizar o al grupo de oración. Pero el evangelio en realidad no ha transformado su corazón.

Prudencia y Discernimiento

Pues, ¿Dónde entonces quedó la prudencia? ¿Dónde está el hacer buen juicio para no dejarnos confundir ni manipular? ¿Por qué se siguen dejando imponer ideas extrañas, contrarias al sentido común? ¿Por qué no nos atrevemos a pensar por nosotros mismos? ¿Somos conscientes de lo que se nos avecina, si esta imposición ideológica, globalista y totalitaria se impone al resto de la humanidad desde la sede del país más poderoso del mundo con su influencia mundial que tienen sus políticas exteriores? Los que han provocado y fomentado el desorden, las violaciones a los derechos humanos fundamentales, resulta que son los mismos que ahora están ofreciendo paz, armonía, justica, orden y ley. ¡Cuidado! Porque los hijos de las tinieblas, son más astutos que los hijos de la luz.

Seamos pacientes. Sigamos esperando a ver en qué termina la situación de ese país. Todavía no se puede celebrar ningún triunfo hasta que no surja el anuncio oficial del organismo competente. Cuidado con seguir cayendo en el juego de esta élite manipuladora.

Los medios tradicionales de comunicación y los dueños de las redes sociales, con su aplicación de censura profunda, han perdido y están perdiendo credibilidad en la opinión pública ya que, muchas veces la opinión pública no es la opinión publicada.

Sigamos orando para que la luz de Cristo sea la que venza esta amenaza de oscuridad que se cierne sobre el mundo. El mundo es creación de Dios y nosotros sólo somos inquilinos transitorios que hemos sido puestos nada más como administradores. Dejémonos guiar por la gracia divina para que la prudencia, la sabiduría y el discernimiento sean nuestros pilares en esta realidad que nos ha tocado vivir.

Bendiciones.