¡No es justo!
2 min readAlguna vez han cometido una injusticia en tu contra? ¿Es muy difícil enfrentar consecuencias de algo que no es tu culpa, cierto?
Hace muchos años, viendo la situación de injusticia reinante en nuestro país, de manera especial los abusos provenientes de las autoridades, sentí un fuerte llamado a estudiar Derecho, pensando con eso aportar positivamente a la superación de nuestro pueblo.
Debemos reconocer que en los gobiernos actuales muchas cosas han mejorado, la experiencia de los últimos tiempos nos ha llevado a confrontar nuestras posiciones teóricas, pero la realidad sigue siendo fuertemente marcada por el mismo interés nefasto de hace años. En algo hemos progresado, pero hay elementos que ni a empujones hemos logrado superar.
Muchos papeles, leyes, prácticas de comportamiento que se manejan todos los días en diversas esferas, continúan en franco deterioro, mostrando una especie de pandemia mental en la que los valores no significan nada para muchos.
Y es que las raíces del problema de la injusticia, siguen presentes y si nos descuidamos, se irán fortaleciendo y nos arrastrarán hacia el retroceso.
No es justo, que cuando se quieren imponer los intereses de los más poderosos, los perjudicados siempre son los pobres.
No es justo, que muchos que tienen la capacidad de luchar contra la desigualdad social, prefieren mantenerse al margen, sobre todo en temas políticos, porque saben que es la lucha del huevo contra la piedra.
No es justo, que veamos como ejemplos a seguir países que son igual o más corruptos que nosotros, pero que lo disimulan mejor, creando una falsa pantalla de libertad y avance.
No es justo que perdamos el tiempo en actividades que impiden el verdadero progreso que el pueblo clama en temas como la defensa de la vida, del matrimonio y la familia. No es justo embobar a los dominicanos con elocuentes palabrerías sociales, carentes de un contenido sano, incluso dañinas para la sociedad, mientras se dejan a un lado los verdaderos temas de peso que deben ser enfrentados.
No es justo, estancarnos en el cultivo de los valores, es verdad que no es fácil, pero hay que guayar la yuca si queremos producir frutos que valgan la pena dejar de legado para las siguientes generaciones.