COMENTARIO A LA LITURGIA DE LA PALABRA DEL XIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

El profeta es testigo de Dios entre los hombres. Su testimonio no se hace oír nunca de balde, lo escuchen o lo rechacen. Obliga a tomar actitud ante un signo; es decir, ante lo que el testigo atestigua. En este caso ante Dios, que envía al mensajero. El profeta mismo es un simple mortal, que ha recibido fuerza infinita para ponerse en pie y llevar a destino un mensaje.

Muchas veces me he convertido en un testarudo y obstinado cuando he recibo a un profeta que denuncia mis pecados y quiere enderezar mi vida, por su cercanía y familiaridad. Jesús en su ciudad natal era un hombre del pueblo. Por eso, sus paisanos, atacados fuertemente de la tentación de triunfalismo y megalomanía, no podían aceptarlo como profeta.Sin embargo, Dios escoge a los humildes, a la gente sencilla, a lo no es, para enseñar y confundir a los de arriba.

Todos pasamos y sufrimos crisis de fe a pesar de los milagros que Dios ha hecho en nuestras vidas. La fe escandaliza porque nos desmonta de nuestros proyectos y de la vida chata y vacía, la fe nos pone en nuestra realidad. No podemos quedarnos en apariencias externas, no podemos juzgar solamente con lo que ven nuestros ojos; es necesario vivir con la nueva dimensión que nos da la fe. Así descubrimos la presencia de Cristo y no tendremos miedo en confesarlo delante de los hombres.

Feliz Domingo, su hermano en Cristo:
José Luis Ogando Martínez.

DOMINGO DE LA SEMANA XIV DEL TIEMPO ORDINARIO.-

Color verde

MISA (C):
Propio; Gloria; Credo; Oración de los fieles propio; Prefacio Dominical VI; Plegaria Eucarística I.

LITURGIA DE LAS HORAS:
Invitatorio: Salmo 94; Oficio de Lectura: Te Deum; Todo se hace del Domingo II del Salterio; Oficio de Lectura de la semana XIV del Tiempo Ordinario; Ciclo B.

LECTURAS DE MISA:
Ez 2,2-5;
Sal 122,1b-2b.2cdefg.3-4 (R/.: cf. 2);
2 Cor 12,7b-10;
Aleluya: cf. Lc 4,18ac;
Mc 6,1-6.

OFICIO DE LECTURA:
1 Sam 17,1-10.23b-26.40-51.
Jn 20,1-16.