Vie. Jul 26th, 2024

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Los nuevos Catoprotestantes (1)

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Este es el nuevo término que ha sido acuñado por muchos fieles y sacerdotes en esta nueva etapa de crisis que está enfrentando la Iglesia Católica, sobre todo desde su interior. Este mismo término nos hace recordar lo sucedido en el siglo XVI, con la Reforma Protestante, – que de reforma no tuvo ni tiene nada -; encabezada por el religioso sacerdote agustino Martín Lutero; y que ha sido una división irreversible que no tiene final, porque las divisiones, no sólo dentro de la Iglesia Católica, sino que, dentro de ellos mismo, -los protestantes -, no se ha detenido y parece que no se detendrá.

No es para muchos un secreto lo que está sucediendo en la Iglesia Católica en Alemania, con su camino sinodal que vienen realizando desde hace un par de años y que, según las proyecciones, terminará en el mes próximo de noviembre.

Este camino sinodal, encabezado por la Conferencia Episcopal alemana (la mayoría de los obispos), muchos sacerdotes, diáconos y laicos; se han enfrascado en este camino debatiendo el evangelio de Jesús, así como la doctrina moral sexual católica, porque la consideran desfasada, medieval, atrasada, etc.

Pero es que estos “catoprotestantes” no se han conformado con alterar completamente el mensaje del evangelio y la doctrina moral católica y escribirla en unos documentos, sino que, todo lo que ellos han venido proclamando como lo que sería o debe de ser la nueva enseñanza o el nuevo evangelio, lo vienen poniendo en práctica.

Estos catoprotestantes le han enmendado la plana al mismo Cristo y le vienen diciendo a él y a sus seguidores, que ya ese mensaje que él nos trajo no va más. Ahora se trata de hacer lo que ellos digan y no lo que Cristo nos dijo y enseñó. Pero, entonces, ¿ya las palabras de Cristo no son de orden divino? ¿Ya no es válido aquello que él mismo dijo que “el cielo y la tierra pasarán, pero sus palabras no pasarán?” Para estos catoprotestantes, Cristo ha dejado de ser Dios y ha pasado a ser un iluminado más. ¡Puro protestantismo!

No han sido pocas los señalamientos o llamado de atención que han recibido estos catoprotestantes en su carrera sinodal por lo que vienen decidiendo y querer imponer a las demás iglesias, comenzando por la cuna de la fe cristiana, Europa.

De hecho, aparte de Alemania, ya hay otros países que le vienen siguiendo los pasos, como lo es la iglesia de Suiza, Suecia, Holanda, Dinamarca, Irlanda, España, Francia, Estados Unidos, Canadá, y en América Latina viene avanzando el culto a la naturaleza o a la madre tierra, – la Pachamama.

Esto está siendo como una especie de cáncer que se viene regando o haciendo metástasis en el cuerpo de la Iglesia Universal. La misma Santa Sede, por medio del Dicasterio de la Doctrina de la Fe, ya les ha hecho sus observaciones para que se detengan, pero esto más bien parece que es la voz del que clama en el desierto; no le han hecho caso, y más bien hasta han caído en el desafío cara a cara. Han llegado hasta la amenaza de que, si Roma no aprueba sus decisiones, entonces la Iglesia sufrirá un cisma mucho más grande y devastador que el que encabezó Lutero. Podemos decir que, ya el cisma viene avanzando y que lo único que hace falta es que se oficialice por parte del santo padre.

 Por ejemplo, tenemos las recientes declaraciones del cardenal suizo Kurt Koch, que dijo en una entrevista al semanario católico Die Tagespost, refiriéndose a lo que viene sucediendo con el camino sinodal alemán: “Me irrita que se acepten nuevas fuentes junto a las fuentes reveladoras de la Escritura y la Tradición; y me asusta que esto ocurra de nuevo en Alemania”. Se refería el cardenal a que, para los alemanes, existe una tercera fuente de revelación, y parece ser que para ellos es más importante que las otras dos y que tienen que estar sometidas a ésta:  es “la opinión popular o de las mayorías”. Parafraseando la frase latina “vox populi, vox deus”: la voz del pueblo es la voz de Dios. Es la nueva teología de la nueva iglesia. Ya no es lo que Cristo dijo, hizo y enseñó; sino lo que la mayoría diga y decida es lo que nos va a “salvar”.

“Dios habla a través del pueblo, a través de la mayoría”, esto es manipulación pura. Hacer decir a Dios lo que la mayoría quiere que diga, o poner en la boca de Dios palabras que él nunca ha dicho. Lo que buscan estos catoprotestantes es someter la Iglesia al mundo y sus criterios; convertir a la iglesia, a la familia espiritual de Cristo, en una especie de dependencia o partido político bajo el mando de los políticos de turno para ellos lograr imponer sus criterios utilizando la institución religiosa a su antojo.

 ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Qué ha sucedido con muchos feligreses católicos, jerarquía y laicos, que se han dejado arropar por las tinieblas del error, del demonio? ¿Qué Iglesia es la que quieren: la Iglesia de Cristo, la que es sacramento de salvación; o una iglesia disque moderna, a tono con los tiempos, ¿acomodada al mundo? ¿Cuál sería o debería ser la verdadera adecuación de la Iglesia a estos tiempos modernos?

Quieren convertir la institución religiosa en un gran parlamento. Esto es protestantismo puro. ¿Le ha importado a la Iglesia asumir una especie de carrera con otras iglesias cristianas no católicas, para ver quién pierde menos miembros? ¿Eso fue lo que mandó a predicar Cristo? Se quiere convertir a la iglesia en un grupo religioso más del mundo, y despojarla de su esencia que es la de ser luz para el mundo; despojarla de su función de ser una especie de conciencia para el mundo; una institución religiosa antropocéntrica y no cristocéntrica.