TERNURA

“Esto repetiré en mi corazón, por ello esperaré: Que el amor de Dios no se ha acabado, ni se ha agotado su ternura; cada mañana se renuevan: ¡grande es tu fidelidad!” (Lamentaciones 3,21-23)

Además de una señal de emergencia, el 9-11 pasó a ser una referencia memorial para la historia de la humanidad. El 11 de septiembre de 2001 ocurrieron los atentados que cobraron casi 3 mil vidas y 6 mil heridos. Atentados dirigidos a desestabilizar la economía, seguridad, política y moral de los Estados Unidos. Quienes vimos por TV esos acontecimientos, nos consternamos y llenamos de temor. El mundo cambió entonces para todos.

La era post moderna nos ha conectado mucho más. Nada nos es indiferente, ocurra donde ocurra. Es un mundo abierto más a la solidaridad para entender quien está a nuestro lado y qué necesita de nosotros. Una sociedad que ha aprendido a sacar de las desgracias y sufrimientos, la confianza y esperanza en Dios y en su amor. Aprendamos a vivir enamorados de la vida. Experimentemos la ternura de un Dios que cada mañana nos da motivos para estar agradecidos, de saber que quiere lo mejor para cada uno. Quién detrás de cada acontecimiento escribe una historia de salvación. Amén.

P. Carlos Abreu.

Publicación en su perfil de Istagram @carlos.abreufrias