Sin pito y sin flauta
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Es usual en el ser humano querer más y más de lo que le gusta. Cuando se trata de comidas apetitosas, a veces hasta nos enfermamos del estómago de tanto ingerir y luego vienen los famosos lamentos y falsas promesas de ¨no vuelvo a comer tanto¨.
Otras veces, como en el caso de los jugadores compulsivos, en una racha de suerte ganan mucho dinero, pero por querer más, siguen jugando, y terminan perdiendo todo. Y es que el ser humano por naturaleza es “agallú” y por ambicioso suele terminar quedándose sin nada: es decir, sin pito y sin flauta.
Estamos en los meses posteriores a las elecciones y es el tiempo idóneo para descubrir quién es quién en esta época, en la que las influencias internacionales quieren imponer antivalores en países como el nuestro, buscando un lucro económico a expensas de la salud emocional y espiritual de las personas.
Se quiere hacer creer que la posibilidad de elegir entre la vida y la muerte de otro ser humano, es algo que tendría beneficio propio, como en el aborto y la eutanasia. Se trata por esta vía de imponer una cultura en la que se desecha la vida de aquellos que representan una carga. Pero si vemos el ejemplo de otros países que ya han recorrido este camino, cabe preguntarse ¿Realmente ha sido en beneficio del pueblo?
Por lo general, estos países han iniciado aprobando las 3 causales y ya van por propuestas de abortar a los 5 minutos después de haber nacido la criatura. Me pregunto ¿Qué vendrá después? ¿Abortarlos cuando tengan 1, 5 o 20 años? Puede sonar como una locura, pero ya hay países donde proponen que las familias decidan la muerte asistida de sus envejecientes, sin la autorización de estos.
Hay que abrir bien los ojos, pues muchos de nuestros líderes están más perdidos que el hijo de Lindbergh. Preguntémonos si vamos a imitar estos países que van en franco deterioro moral, o vamos a actuar ahora que aún estamos a tiempo, no vaya a ser cosa que nos salga el tiro por la culata y salgamos perdiendo en forma total, quedándonos al final sin pito y sin flauta.