Vigilia de Navidad
2 min read¡Alégrate, llena de Gracia, el Señor está contigo!
No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será Grande, lo llamaran Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinara sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al Ángel: – ¿Cómo será eso, pues no conozco a varón? – El Ángel le contesto: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya está de seis meses, la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible».
María contestó: -«Aquí está la esclava del Señor; hágase en mi según tu palabra». Y la dejo el Ángel.
«El misterio de la Encarnación del Verbo» anunciado por el Ángel a María Santísima, es el punto de unión de las lecturas del domingo de hoy.
Gracias al SÍ de María vino nuestra Salvación. Esto no hubiera sucedido si María hubiera tenido miedo a las consecuencias de este misterio. Es por eso que nosotros debemos ver en este SÍ de María nuestra vida cada vez que se nos presentan algunas circunstancias adversas a nuestra comodidad cotidiana.
Mañana vamos a celebrar La Navidad, el Nacimiento del Rey de Reyes, Señor de Señores.
Son fechas maravillosas para reflexionar en este acontecimiento y vamos a ver nuestra vida de cristianos. ¿Cómo estamos viviendo las fiestas navideñas?
¡Estamos siendo testigos fieles de este Nacimiento que nos ha traído la luz y la esperanza de un nuevo vivir!
Volvamos nuestra mirada a Belén, al pesebre y digamos como los Ángeles: “Gloria a Dios en las alturas y Paz en la tierra, a los hombres amados por El». ¡Amén!