YO SOY EL SEÑOR Y NO HAY OTRO FUERA DE MI.
2 min readEsta semana comenzó con la fiesta de la Virgen del Pilar, seguimos con San Calixto I; continuamos con Santa Teresa de Jesús; el viernes con Santa Margarita María de Alacoque y el sábado con San Ignacio de Antioquía.
El Salmo del domingo es el 95: Aclamen la gloria y el poder del Señor. Y el Evangelio es cuando Jesús les dice: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.”
Es una semana maravillosa y me siento feliz porque cumplo años el día de mi patrona Santa Teresa de Jesús.
Ha sido una semana maravillosa de grandes Santos de los que he aprendido mucho. Con Santa María de Alacoque, los primeros viernes al Sagrado Corazón; con San Ignacio de Antioquía, fue en Antioquía donde se llamaron por primera vez a los fieles del Señor, “Cristianos”. Y qué decir de mi santa patrona Santa Teresa la grande, la de Avila, la viajera, quien visitó al papa cuando estaba en Avignon para hacerlo volver a Roma, porque podía haber un cisma. Su libro Las Moradas, maravilloso. Tuvo grandes enemigos, incluso dentro de la Iglesia, pero también grandes santos amigos.
Yo desde mi Primera Comunión conocí al Señor, y desde entonces he tratado de seguir siendo su fiel amiga, con altos y bajos, como es natural, porque no somos ángeles. Pero, pensando que Jesús vino a salvarnos del pecado y a darnos la Vida Inmortal, y tratando de seguir sus mandatos. Me casé y entramos a formar parte del MFC, y continuamos con la fundación del Instituto de la Familia, los dos juntos, tanto así que nos llamaban “Carluchi” por Carlos y Maruchi. Nuestros hijos nunca nos vieron separados. En las actividades de la Iglesia, a veces llevábamos a la pequeña de 9 años. Estuvimos 56 años de feliz unión matrimonial, hasta que El Señor decidió que Carlitos debía ir a encontrarse con El junto a sus hermanos y familiares que se habían ido antes que él.
Me ha hecho mucha falta y lloro cuando pienso en él, y le pido que nos proteja desde el cielo.
Hoy estamos celebrando el XXIX domingo del tiempo ordinario y las lecturas tienen mucho que ver con que aclamaciones al Señor, su Gloria y su Poder. Por eso en el Libro de Isaías El Señor le dice a Ciro su Ungido llevándolo de la mano: “Doblegaré ante él las naciones, desceñiré las cinturas de los reyes, abriré ante ti las puertas, los batientes no se le cerrarán…. “Yo soy el Señor y no hay otro fuera de Mi.” Amén!