Sáb. Oct 5th, 2024

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¿Qué ha perdido?

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Si, durante los últimos doce meses, siente que ha perdido algo insustituible en su vida o tiene miedo de perderlo, mire para los lados, muchos pueden estrecharle la mano, porque les ha pasado lo mismo. Unos más que otros, hemos sufrido, o tememos sufrir, grandes pérdidas, como los que han visto desaparecer sus empleos, negocios o han sido suspendidos pasando a ganar un salario simbólico. Que golpe tan grande, si a sus puertas, además, toca el virus que azota al mundo o cualquier otra dolencia. Por eso, encuentras gente, en estos días, tan desesperada.

La torre de naipes
Hay quienes tienen trabajo, seguro médico y dinero para pagar lo que necesitan, pero les han llegado otras pruebas, nada envidiables. Han perdido a uno de sus padres, peor aún, a los dos juntos. Y la lista de pérdidas se extiende a esposos, esposas e hijos, amigos entrañables y compañeros de trabajo. Los más son a quienes les falta salud, esa que ahora se escapa con tanta facilidad. Incluso, si superaron el Covid, enfrentan secuelas que no les permiten retomar sus vidas o, también, la pandemia ha llevado a que sus padecimientos se agraven. Y nos pasa a todos a la vez, como si fuera una torre de naipes, inter conectados, que, al ceder uno, se desborona entera.

¿Qué hizo?
La pregunta es ¿qué efecto han tenido estas pérdidas en nuestras vidas? Si fue un pariente amado, trabajo, salario, vehículo, casa, su proyecto o negocio, una persona que creía incondicional y falló, porque también las relaciones familiares y de amistad se han visto afectadas. De su vida pudo derrumbarse cualquier área, cuando esto ocurrió, ¿qué hizo? Y, si es creyente, ¿cómo afectó su fe? Estas preguntas se las escuché a un predicador cristiano protestante, Pablo Montero. Su respuesta fue, que, si estas pruebas le han traído cansancio, desesperanza, decepción, si lo han alejado de Dios, es porque, en Su lugar, usted ha puesto algo o alguien que no le corresponde estar ahí.

En pie
Solo Dios sabe los desafíos que nos corresponde enfrentar y por qué nos llegan. Solo Él sabía cómo cambiaría nuestra vida en el año 2020 y cuánto necesitaríamos buscarlo para poder seguir adelante. Es posible que sigamos perdiendo cosas, o personas, o nuestra Salud, en este 2021. Dios quiera que no sea así, pero, en medio de esta tormenta, cerciorémonos de no desplazarlo a Él, porque su ausencia hace insoportable la más mínima prueba, solo con Él, aunque lo perdamos todo, seguimos en pie.