Vie. Mar 29th, 2024

ApmPrensa

Agencia de Prensa APM

DOMINGO VI DE PASCUA

2 min read

Todas las lecturas de hoy son del Amor. Tanto la Segunda Lectura tomada de la Primera carta del Apóstol San Juan, nos dice que Dios es Amor: “Queridos hermanos, Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó al amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de El. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados.

Y qué decir del Evangelio de hoy: “Como el Padre me ha amado, así les he amado yo; permanezcan en mi amor. Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he hablado de esto para que mi alegría esté en ustedes, y su alegría llegue a plenitud. Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo les he amado.

Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no les llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a ustedes les llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre se lo he dado a conocer. No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los he elegido y los he destinado para que vayan y den fruto, y su fruto dure. De modo que lo que pidan al Padre en mi nombre se lo dé. Esto les mando: que se amen unos a otros.”

Hoy el tema del amor de Dios concentra nuestro pensamiento. Primero nos dice que el amor de Dios no tiene acepción de personas y que la salvación tiene carácter universal.
El Evangelio presenta un momento de intimidad entre Cristo y sus apóstoles: “Ya no los llamo siervos, sino amigos, permanezcan en mi amor.

La dignidad del hombre se revela en su vocación a la vida divina. “La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación de la persona a la comunión con Dios”.
Cristo nos muestra el camino para llegar a la casa del Padre. El es el camino, la verdad y la vida. Amén!