¿Por qué el Señor predicaba en parábolas?
2 min read“El Evangelio de hoy está formado por dos parábolas muy breves: la de la semilla que germina y crece sola, y la del grano de mostaza. A través de estas parábolas el Señor presentaba la eficacia de Su Palabra y las exigencias de su Reino, mostrando las razones de nuestra esperanza y de nuestro compromiso en la historia.” (Tomado de Rayo de Luz)
Pienso que El Señor predicaba en parábolas, porque él le hablaba a un pueblo acostumbrado a ser sembradores. Un pueblo pobre, que no entendía de palabras floridas. En la primera lectura tomada de la profecía de Ezequiel vemos esto claramente: “Arrancaré una rama del alto cedro y la plantaré.
De sus ramas más altas arrancaré una tierna y la plantaré en la cima de un monte elevado; la plantaré en la montaña más alta de Israel, para que eche brotes y dé fruto y se haga un cedro noble Anidarán en él aves de toda pluma, anidarán al abrigo de sus ramas. Y todos los árboles silvestres sabrán que yo soy el Señor, que humilla los árboles altos y ensalza los árboles humildes, que seca los árboles lozanos y hace florecer los árboles secos. Yo el Señor, lo he dicho y lo haré”.
En el Salmo damos gracias al Señor y proclamamos tu misericordia de mañana y de noche tu fidelidad. El justo crecerá como una palmera, se alzará como un cedro del Líbano, plantado en la casa del Señor, crecerá en los atrios de nuestro Dios. En la vejez seguirá dando fruto y estará lozano y frondoso.