Vie. May 10th, 2024

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LLEGAR A LA GENTE COMO JESÚS: MOVIDO POR LA COMPASIÓN

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EVANGELIO DE HOY: 4/12/21 (Mt 9,35_10,1.6-8).

El evangelio de hoy nos dice que Jesús: “recorría todas las ciudades y aldeas…”. Tenemos la imagen de quien no anda por andar, sin rumbo; sabe por qué sale y lo que busca. Tiene un propósito que el texto deja saber: “enseñar”, “anunciar”, “curar”. Los verbos señalan la presencia del Señor que llega para tocar al ser humano en todas sus dimensiones. Jesús entra al corazón de la persona por el oído, por el toque, por la visión… No hay cosa más hermosa que ir de camino sabiendo por qué se camina y; lo más decisivo, sabiendo lo que se lleva: la fuente de sabiduría, la fuerza de la Buena Nueva, la sanación integral para quienes la necesiten.

El evangelio nos enseña a dejarnos doler por la realidad que vive la gente, pues a Jesús lo movió la compasión; en su sentido bíblico quiere decir: “le movieron sus entrañas”, “su misericordia”. Son distintas las huellas de quien se desplaza herido por lo que ve: mucha gente agotada, cansada, debilitada. Pudiéramos agregar: mucha gente sin sentido de la vida, desorientada, sin rumbo, perdida, deprimida, sin esperanza, con el rostro entristecido….

Desde este cuadro brota la súplica de Jesús: “La mies es abundante, pero los trabajadores pocos; rueguen, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies”. En otras palabras, si el Señor no toca los corazones es imposible que uno sea sensible a tales circunstancias. Se necesita luz del cielo para que lastime las conciencias y las muevan al compromiso gratuito. Trabajar en la mies es una vocación, es servicio, es generosidad, también gratitud. El Señor, siempre vocaciona, porque Él es el dueño de la mies.

Jesús llama a sus doce discípulos para que compartan con Él su compasión y su entrega. En esos doce estamos todos. Nos llama para que seamos sus brazos, sus pies, su voz, sus manos, su corazón. Nos llama por compasión y desde ésta nos envía dotándonos de las gracias necesarias para dar respuesta a lo pedido. No nos pide otra cosa a no ser lo que ya hemos recibido: “Lo que han recibido gratis, denlo gratis”; ¿qué ha sido?: el anuncio del Reino, la sanación, una vida nueva, la limpieza del corazón y del cuerpo, la liberación…

  1. ¿Cuántas veces el Señor me ha mandado a trabajar a su mies?
  2. ¿Me dejo herir por la realidad que vive la gente?
  3. ¿Qué significa caminar a la manera de Jesús, movido por la compasión?