Domingo de la Alegría – Gaudate
2 min readHoy el sacerdote se viste de rosado. La tercera vela de la corona que se prende es la rosada. Estamos alegres, porque el Señor está cerca, ya viene nuestra liberación. Nuestra salvación.
Se llama Gaudate, porque esta es la palabra con que empieza la Primera Lectura de la profecía de Sofonías: “Alégrate, regocíjate hija de Sion, grita de júbilo, Israel, alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén. El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus enemigos. El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no temerás. Aquel día dirán a Jerusalén: “No temas, Sion, no desfallezcan tus manos. El Señor tu Dios, en medio de ti, es un guerrero que salva. El se goza y se complace en ti, te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta.”
“Que grande es en medio de ti el Santo de Israel”. ¡Griten jubilosos!
El Salmo nos pide: “Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas, proclamen que su nombre es excelso. Toquen para el Señor, que hizo proezas, anúncienlas a toda la tierra; griten jubilosos, habitantes de Sion: “Que grande es en medio de ti el Santo de Israel.”
San Pablo también en la Segunda Lectura nos pide que estemos alegres en el Señor. Que su mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca. Nada les preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica con acción de gracias, sus peticiones sean presentadas a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. ¡Amén!