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EL TESORO EN VASIJA DE BARRO

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LECTURAS DE HOY: 25/7/23 (Hch 4,33; 5,12.27-33; 12,2; Sal 66; 2Cor 4,7-15; Mt 20,20-28).

Hoy celebramos la fiesta del apóstol Santiago. Originario de Betsaida. Un día, al igual que su hermano Juan, fue llamado por Jesús, cuando se encontraba pescando junto a su padre (Mt 4,21). Desde ese momento le cambió la vida. Sus pasos se destacan en las páginas del evangelio: fue con Jesús a la casa de Simón y Andrés (Mc 1,29). Su madre, y los dos hermanos, abogaron ante Jesús para reservar los mejores puestos.
 
Junto a su hermano, Santiago sugirió al Señor mandar fuego sobre quienes no lo habían recibido (Lc 9,54); quizás por esto le llamaron “Hijos del trueno”, pues de alguna manera reflejaban el celo por las cosas del Reino (Mc 3,17). Además de estas referencias, Santiago participó de acontecimientos especiales e importantes en la vida histórica del Maestro: estuvo presente en el caso de la hija de Jairo, en la transfiguración, en la agonía de Jesús en Getsemaní…
 
Dentro de la comunidad de los Doce, Santiago, junto a Pedro y Juan, eran de los más íntimos del Señor. ¿Qué había visto en él Jesús? No lo sabemos. Pero lo cierto es que se destacó por un carácter enérgico y apasionado, fuerte y tenaz, que el Señor, a base de acompañamiento y serias correcciones, fue modelando para su propio crecimiento.
 
El apóstol no llegó hecho a la convivencia con el Señor. Fue necesario introducirlo en el cambio; traducir todo su lenguaje, su imaginario, la costumbre de bregar con peces a desenvolverse con las cosas trascendentes del Reino. Pero el Maestro no desistió. Mientras más confrontaciones le hacían, más oportunidades le confiaba. El Señor le enseñó a no buscar puestos, sino ser un humilde servidor; le interpela si sería o no capaz de beber su cáliz. Le advirtió que no se puede devolver mal por mal. Le cuestionó el quedarse dormido en momentos importantes y no mantenerse despierto para velar… En fin… El apóstol no nació, sino que lo fueron formando.  
 
Santiago, cuando ya no buscaba ser grande, entonces lo fue. Porque le asistió en su pobre barro, la fuerza del Espíritu. Como dice Pablo, la fuerza no proviene de la persona misma, sino de Dios. En la experiencia con Jesús, Santiago creyó y se transformó. Por eso predicó de manera convencida y convincente. Concluyó su vida histórica siendo testigo de Cristo, decapitado por Herodes Agripa en el año 42 d.C. (Hch 12,2). La tradición narra que el cuerpo de Santiago fue trasladado a España. Desde el siglo IX, su sepulcro es venerado en Compostela.
 
Santiago apóstol, ruega por nosotros.
 
Ponga un número del 1 al 5 
a. No busco sobresalir en medio de mi comunidad de hermanos__
b. Me he hecho servidor de todos__
c. Si no me reciben en un lugar me voy en paz y sin refunfuño__
d. He aprendido a estar en vela en los momentos importantes_
e. No hay que animarme para que me ponga a orar_
f. Me dejo formar y transformar por las enseñanzas de Jesús__
g. Mi vida es para Cristo, y no le regateo__