IV DOMINGO DELTIEMPO ORDINARIO…
2 min readLlamado de las Bienaventuranzas, porque ahora Jesús comienza el sermón y todos ven que enseña con autoridad. “Enseñar”, “enseñanza”, son palabras frecuentes en los textos del Nuevo Testamento. Aparecen también varias veces en la liturgia de este cuarto domingo. Es llamado también el Discurso Evangélico. Esto lo podemos leer en el evangelio según San Mateo 5, 2-12; y en el de Lucas 6, 20-22. Jesús anuncia el Reino de Dios a esa pobre gente menospreciada, marginada, perseguida por seguirlo.
Bienaventurados ellos a pesar de las apariencias.
“La vida vivida en la perspectiva del Reino cambia completamente de sentido. Los que se han independizado del concepto humano del éxito, los que sienten los sufrimientos del mundo, los que se apoyan únicamente en la fuerza de Dios, los que esperan que se establezca la debida relación con Dios, los que saben perdonar, los que están poseídos por un anhelo puro de Dios, los que participan de la naturaleza divina teniendo por amigos a sus enemigos, los que por ello se condenan a que el mundo los rechacen: esos son los miembros del Reino.”
Sin embargo, Jesús también les dijo: “a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a los que los maldicen, recen por los que los injurian. Al que le pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te pida la capa, déjale también la túnica. A todo el que te pida dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Así, pues, traten a los demás como quieren que ellos los traten. Si quieres a los que los quieren, ¿qué generosidad es esa? También los descreídos quieren a quien los quiere… !No! Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada; así tendrán una gran recompensa y serán hijos del Altísimo, porque él es bondadoso con los malos y desagradecidos. Sean generosos como su Padre es generoso. Además, no juzguen y no los juzgarán; no condenen, y no los condenarán; perdonen y los perdonarán; den y les darán; les verterán una medida generosa, colmada, apretada, rebosante. La medida que usen la usarán con ustedes.”
Ser cristianos como el Señor quiere no es fácil. Vivir la vida como el Señor desea es bien difícil, solamente con su ayuda vamos a poder hacerlo. Vamos a tratar de ser mejores cada día y ser testigo de Su Amor a los demás. Amén!