“CONVIERTANSE Y CREAN EN LA BUENA NUEVA”

Este mes la Vicaría de Pastoral nos invita a meditar con este tema y con el valor de la: Conversión personal y pastoral.” Y vivir así este tiempo de cuaresma, a través del sacramento de la penitencia, ayuno, oración, abstinencia y práctica de la caridad.

“Convertirse significa cambiar de vida, tomar un rumbo diferente del que veníamos siguiendo, como hicieron los ninivitas ante la predicación de Jonás. También significa salir de una situación materialista, naturalista y humana, para adoptar una actitud angélica, sobrenatural y divina; olvidar los problemas banales para ponerse en una nueva perspectiva, no más del tiempo, sino la de la eternidad, es decir, la del Reino de Dios.”

La Palabra de Dios es, y será siempre una invitación a la revisión y al cambio como lo fue para los primeros patriarcas, como lo fue para Israel, como lo fue para las primeras comunidades cristianas, como lo es para nosotros y como será en los próximos años.

En cada época, el pueblo de Dios está llamado a descubrir los signos de los tiempos para que su comunicación de la vida en Cristo no sean ideas descabelladas e intransferibles a las personas, sino que, penetrando las culturas, el Evangelio se arraigue y el reino se haga presente bajo signos concretos, reales y efectivos. (Aparecida Cap. 7)

Lo fundamental de este pueblo de Dios discípulo misionero es que acoge y vive el Reino de Dios. El anuncio de su Reino, es lo central del mensaje de Jesús, no es la Iglesia. La Iglesia existe para hacer presente del Reino de Dios, y actualmente en toda la Iglesia Latinoamericana se está recuperando con fuerza el mensaje del Reino de Dios.

El Reino de Dios no es una doctrina, sino una persona, El Rey de Reyes, El Señor de Señores.

Conviértanse, porque el Reino de Dios ya está llegando (Mt 4, 17), llega con Jesús, y es la Buena Noticia en la que hay que creer. Amén!