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PAN DE VIDA: RAZÓN VÁLIDA PARA BUSCAR A JESÚS

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LECTURAS DE HOY: 1/8/21
(Ex 16,2-4.12-15; Sal 77; Ef 4,17.20-24; Jn 6,24-35)

El evangelio de hoy presenta tres momentos, como un itinerario espiritual progresivo, donde se van clarificando y purificando las motivaciones para seguir a Jesús. Meditemos:

1. LA GENTE BUSCA A JESÚS POR UN PAN MATERIAL

– A la gente no le importa desplazarse para encontrar a Jesús.
– El asunto recae en la motivación del por qué lo hacen.
– Queda evidente que la empobrecida dimensión humana, en el texto, prevalece con fuerza ante la espiritual.
– La gente se mueve por criterios puramente humanos:
– La pobre economía, la necesidad de pan, representan el conjunto de precariedades humanas.
– La cultura bíblica ha demostrado que Dios se interesa por el hambre física de la gente. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis se habla de la tierra que ha de garantizar la manutención del Pueblo.
– ¿Cómo no quedarse enredado en la estrechez del propio “estómago”?
– ¿Cómo dar el salto para visionar, descubrir el horizonte más allá de los límites personales?
– Las necesidades, no pocas veces, se vuelven corral, trampa que impide volar hacia dimensiones trascendentes.
– En este sentido, el Éxodo recuerda el refunfuño del Pueblo de Israel, añorando las harturas en Egipto.
– Un poco de hambre le hace al pueblo murmurar contra Dios.

2. JESÚS INTERPELA LA CONCIENCIA DE LA GENTE QUE LE BUSCA

– Jesús no deja a las personas en error. Tampoco les consiente sus caprichos.
– Les pone en evidencia su motivación: “me buscan, no porque han visto signos, sino porque comieron pan hasta saciarse”.
– Les hace ver que gastan sus energías para prevalecer en el mismo sitio.
– Jesús parece halarle por los “pelos” para que vean más allá de lo que perece.
– Él habla de “vida eterna” a gente parqueada en la transitoriedad.
– Jesús les abre el horizonte, les provoca, les motiva:
– “Hay un Pan, que da el Hijo del hombre; sellado por el Padre”.
– Ante las palabras de Jesús, la gente comienza a pensar; pero aún no está clara, y pregunta:
– “¿Qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?”
– La gente está acostumbrada a “hacer”, a “moverse”… Todavía están en el plano humano y temporal. Jesús los empuja aún más adentro, como quien dice:
– “La obra no comienza por movimientos externos, sino por conversión interna”
– La obra comienza con “creer”. Sí: crecer que hay un Pan de Vida.
– La terquedad de la gente se deja sentir: pone condiciones.
– Exige signos para creer. Le citan a Moisés. Citan, lo que les conviene: aquella experiencia donde “caía pan del cielo”. Pero, Jesús, pacientemente, les corrige la versión. No fue por Moisés, sino por Dios mismo tal providencia.

3. LA GENTE COMIENZA A BUSCAR EL VERDADERO PAN DE VIDA

– El punto culmen de la enseñanza de Jesús es cuando, por fin, se le ilumina la conciencia a la gente y dice: “Señor, danos siempre de este pan”.
– Cuando la gente se abre a otra posibilidad, más allá de sus propias consideraciones, entonces Jesús se les revela:
– “Yo soy el pan de vida”.
– Quien coma de este pan de vida, no pasará hambre ni sed.
– Por esto aconseja Pablo en la Carta a los Efesios, para no andar en vaciedad de criterios, abandonar el anterior modo de vivir, y revestirse de la nueva condición humana, creada a imagen de Dios: justicia y santidad verdaderas.

Señor: con el salmista te pedimos “que nos hagas entrar por las santas fronteras…”. No queremos limitarnos a los criterios de nuestros pensamientos pobres. Ayúdanos a pensar a tu manera. Provócanos con preguntas que nos hagan dar el salto, despertar. Libéranos de nuestras falsas seguridades. Enséñanos a abrir las manos, las despensas. Queremos asegurar el verdadero pan de vida. No queremos andar con hambre ni sed de ti. Que esta sea nuestra principal preocupación, la que hará posible la vida solidaria, en santidad y justicia. Gracias por tu paciencia hasta hacer que nuestra conciencia despierte.

  • 1) ¿Por qué estoy buscando a Jesús?
  • 2) ¿Me dejo interpelar por las palabras de Jesús?
  • 3) ¿Qué le respondo a Jesús cuando me dice directamente: “Yo soy el pan de vida”?