CONTEMPLAR AL SEÑOR EN TODAS LAS COSAS: CAMINO PARA UNA CONVERSIÓN COTIDIANA
2 min readEVANGELIO DE HOY: 1/10/21 (Lc 10,13-16).
Lucas presenta el reproche que Jesús hace a las ciudades de Corazain y Betsaida por el hecho de que han visto signos y milagros, pero no les han llevado al cambio de vida, a la conversión. Se les compara con las ciudades de Tiro y Sidón que, aun siendo fronterizas, evidenciaron señales de acogida a Jesús y a sus seguidores. Dos verbos se destacan en la parte conclusiva del relato: “escucha” y “rechazo”, mostrando la postura humana ante el Don ofrecido gratuitamente. Jesús no es indiferente a la respuesta que se le da, por el propio bien de las personas. Intentamos iluminar nuestras vidas con el pasaje, meditando sus enseñanzas:
La pregunta “¿piensas escalar al cielo?” es la que Jesús hace a la población que ha tenido la oportunidad de convertirse y no ha aprovechado el tiempo. Ha desperdiciado la inversión del Espíritu de Dios quien le ofrece signos, espacios, experiencias que, en vez de moverle, le dejan espiritualmente estático.
Ya dijo San Juan de la Cruz que al Espíritu no le gustan las almas haraganas. La inversión trinitaria al corazón humano espera respuesta generosa. Y un día como hoy, Santa Teresita del Niño Jesús, nos dice las pautas de cómo evitar el disgusto del Señor y hacerle feliz. Ella puede ser considerada como la Santa de lo cotidiano. En las pequeñas cosas descubre las huellas de Dios. Sus ojos contemplativos no dejan escapar su paso. Él está ahí, en la sala, la cocina, el patio, en las relaciones con su familia, con sus hermanas de convento, en medio a las tareas y quehaceres… Unida a Dios, lo disfruta en todas las partes; lo amargo lo hace dulce, ella reinterpreta todo desde la inocencia divina.
Señor: con el paso de los años hemos aprendido algo. Queremos aprovechar el tiempo contigo, disfrutar los signos y las señales que nos hablan de tu presencia. Vamos a escucharte y acogerte tanto a ti, como a todos aquellos que llevan tu nombre en sus corazones. Perdona las veces que hemos sido indiferentes. Ahora deseamos vivir en continua conversión, caminar hacia una seria unidad contigo. Nosotros sí queremos ir al cielo. Ayúdanos a subir los escalones de cada día; y también danos la gracia de ser escaleras para que los demás suban. Danos tu Fuerza, danos tu Pan.
- ¿Tengo los ojos despiertos a los signos que el Señor comunica?
- ¿Deseo la vida del cielo con los santos y las santas? ¿Qué decisiones implica en mi vida?
- ¿Estoy escuchando a Dios y acogiendo a los hermanos?