Vie. Abr 26th, 2024

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¿QUÉ NOS PIDE DIOS EN ESTE MOMENTO DE LA HISTORIA?

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EVANGELIO DE HOY: 21/10/22 (Lc 12,54-59).

En el pasaje de este día Jesús se dirige a la gente, le cuestiona que saben interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, en su sentido natural; según el movimiento del viento y de las nubes saben lo que tienen que hacer, se preparan para la lluvia, el frío o el calor… La gente ve estos signos externos y toma medidas, ejecuta decisiones y se pone en acción preventiva.
 
Ahora bien, Jesús nos lleva más adentro, toca e interpela la conciencia; si con esas cosas sencillas nos ponemos en marcha, sabiendo perfectamente lo que hemos de hacer, por qué no pasa lo mismo con los signos del Reino. ¿Por qué no acompañamos el movimiento del Espíritu?, ¿qué busca? ¿hacia dónde nos dirige?; algunas veces es más fácil tomar medidas con la casa exterior que con la casa interior, allí donde se nos exige mudanza, cambio de vida, compromiso.
 
“¿Cómo no saben juzgar ustedes mismos lo que se debe hacer?” Es una pregunta interesante. Jesús nos interpela. Espera que reaccionemos ante las provocaciones del Espíritu, ante su propia persona y su mensaje. Se espera que nuestra memoria escrute la historia, los hechos, que alcance luz y convicciones para su propio bien. Nos está recordando que hagamos uso de la razón y de la fe.
 
Ante un signo, realidad que evoca otro hecho, se hace necesario el discernimiento para interpretarlo bien, identificar lo que Dios nos dice y espera de nosotros en este momento determinado de la historia. Nadie discierne bien en soledad. Por eso, la Iglesia, para que no nos equivoquemos, propone escrutar los signos, en comunidad, a la luz del Evangelio. El Evangelio nos da las pautas para saber qué hacer y cómo responder a las realidades y necesidades concretas que nos circundan.
 
El pasaje nos deja claro que no tenemos mucho tiempo y que urge despertar. “Hay que llegar a un acuerdo mientras vamos de camino”. Somos todos y todas peregrinos en esta tierra. Tenemos un norte, un horizonte trascendente. Estamos en un momento privilegiado, “de camino”, ahí se nos presenta la oportunidad de reconciliarnos con nosotros mismos, con los demás, con Dios, con la misma naturaleza. En este peregrinar hemos de pedir la gracia contemplativa, para descubrir a Dios en todas las cosas, y despertar el deseo profundo de identificar su voz y su voluntad para hacerla vida. Cada uno de nosotros sabrá cómo está leyendo y cómo está interpretando esta marcha de la historia.

Señor: necesitamos ejercitarnos en conocer e interpretar los signos que nos mandas. No queremos evadir las luces que señalas en nuestro camino. Tú nos hablas al corazón, que éste sea dócil para obedecer tu llamada. Nos necesitas para hacer visible el Reino. Que no andemos, Señor, despistados de tu voluntad. Gracias, porque confías en que sepamos interpretar los movimientos de tu Espíritu.
 
1. ¿Sé lo que tengo que hacer para realizar la voluntad de Dios en mi vida?

2. ¿Qué voz ha ido resonando en mí en los últimos tiempos, que no para de hablar? ¿Viene de Dios? ¿Le hago caso?

3. ¿Qué signos me manda el Señor y hacia dónde me dirige?

4. ¿En qué o en quiénes me apoyo para interpretar la voluntad de Dios en mi vida?