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HOY TE PREGUNTA JESÚS: “¿ME AMAS?”

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LECTURAS DE HOY: 26/5/23 (Hch 25,13-21; Sal 102; Jn 21,15-19).

La pregunta que Jesús hace a Pedro, tres veces: “¿Me amas?” también es nuestra. El Señor da en el centro con la cuestión. Apunta hacia lo más importante. Enamorarse de Él. Jesús no le pregunta si le gusta la misión, si quiere lo que hace, si le apasiona la comunidad, la convivencia con sus hermanos; sencillamente le reitera la cuestión “¿me amas?”.
 
Cuando nos agarra por dentro del amor a Jesús las cosas son diferentes. Se acaba la dispersión y el desenfoque. Este amor es lo que nos motiva a levantarnos temprano para estar con Él. Es el combustible para la oración. Es la fuerza para obedecer, para hacer lo que Él diga. Es lo que mueve a caminar en fidelidad. Es lo que llena y sostiene. Lo que hace permanecer sin desperdiciarse con otros amores baratos.
 
Las preguntas de Jesús son seguidas por las respuestas afirmativas de Pedro. A las tres interrogantes le ofrece el discípulo tres argumentos: “tú sabes que te quiero”. ¿Cuántas veces hemos respondido al Señor? ¿Le hemos confesado nuestro amor? Una cosa es lo que Él sabe y otra es lo que quiere escuchar. En cada respuesta uno se reafirma interiormente, le da prioridad. El amor busca su lugar y su relevancia dentro. Con la declaración, el amor se consolida y se torna público. Es un privilegio tener amores públicos con Jesús.
 
A cada declaración de amor, el Señor exige un compromiso. El amor es más que sentimiento. Sólo se hace eficaz cuando uno asume al Amado con todas las consecuencias. En adelante, la manera en que sirve al rebaño demuestra la calidad del amor al Señor. Luego de las cuestiones y las respuestas, sólo cuando las cosas están claras y se sabe con qué se cuenta, el Señor le dice a Pedro: “Sígueme”.
 
En estos días hemos estado viendo, en las lecturas, como una película que te ofrece el resultado y luego te desarrolla los sucesos. Porque constatamos, en los Hechos, como Pablo conducido por el Espíritu, demuestra su amor a Jesús desde las cárceles, las persecuciones, y la perseverancia firme en la evangelización.
 
Oramos con el salmista cuando dice: “Bendigan al Señor, ángeles suyos, poderosos ejecutores de sus órdenes”.
 
1. ¿Qué respondo a Jesús, al preguntarme si le amo? 
2. ¿Cómo amo a los que ama el Señor? 
3. ¿Hasta dónde me involucro por el santo amor? ¿Cómo se integran amor y compromiso? 
4. ¿Por qué hace bien hacer amistad con otras personas que han madurado en su amor con el Señor?