La cizaña hasta el final de los tiempos, también son virtuales
7 min readEl evangelio del XVI Domingo del Tiempo Ordinario nos trae otra parábola de las 7 que aparecen en ese capítulo 13 de San Mateo sobre el Reino de Dios. Estas imágenes que Jesús deja en nosotros nos ayudan a comprender y recordar su mensaje de salvación. Muchas de estas imágenes son opuestas.
El ser humano es la única especie que puede decidir por si mismo y libremente elegir: verdad o mentira, vida o muerte, el bien o el mal, todo o nada; comer del árbol prohibido o no, obedecer o desobedecer, caminar del lado derecho o del izquierdo, el cielo o el infierno, Dios o el diablo.
Es curioso como Jesús pone de ejemplo unas especies naturales que en el libro del Génesis dice «todo está bien hecho». Buscando información sobre ambas especies hemos encontrado que la palabra trigo aparece por primera vez en Gn. 27,28 mientras la palabra cizaña solo aparece en el evangelio de Mateo en el capítulo 13.
Origen de las palabras trigo y cizaña
La palabra «trigo» proviene del vocablo latino triticum, que significa ‘quebrado’, ‘triturado’ o ‘trillado’, haciendo referencia a la actividad que se debe realizar para separar el grano de trigo de la cascarilla que lo recubre. En cambio la palabra cizaña proviene del latín zizania que hace referencia a una maleza muy dañina, con flores en espigas con aristas agudas. Se cría espontáneamente en los sembrados y la harina de su semilla es venenosa.
La especie a la que se refiere el evangelio sobre la cizaña parece ser la Lolium temulentum y el trigo a la especie más común de su familia triticum aestivum. El trigo se utiliza para hacer harina con la que se hace uno de los alimentos más comunes del planeta: el pan. Sin embargo, de la cizaña también se hace harina, aunque dañina.
Algunas características de la cizaña nos hacen entender porqué muchos labradores se confunden con el trigo; regularmente crece en las mismas zonas productoras de trigo y se considera una maleza de ese cultivo. La similitud entre estas dos plantas es tan grande, que en algunas regiones la cizaña suele denominarse «falso trigo». Dicha planta suele ser parasitada por un hongo tóxico, el cual suele producir una toxina que se acumula en el grano. Es por ello que no es recomendable consumir dicho grano o harinas mixtas en las que se encuentre harina de cizaña, ya que suele ser tóxica. La toxina «temulina» paraliza los centros motores y provoca graves perturbaciones en la respiración.
En esta página web podemos encontrar las diferencias y similitudes entre trigo y cizaña.
Detalles de la parábola
La parábola presenta un escenario común de la vida humana:
- Una plantación perteneciente a un hombre, que es el que la siembra con el fin de producir trigo para hacer harina.
- Unos trabajadores que al dormir de noche no la cuidan ni observan.
- Un enemigo que durante la noche y aprovechando la inobservancia de sus cuidadores, siembra otra especie con un efecto adverso al trigo, pero que se parece tanto que confunde.
- Los cuidadores advierten de que «hay cizaña» y ni siquiera saben quien lo hizo.
- El dueño ordena que no es correcto cortar la cizaña porque se corre el riesgo de eliminar también el trigo.
- Determina que cuando llegue el tiempo de la siega, entonces primero se recogerá la cizaña y luego el trigo.
- La cizaña cortada se ata junta y se quema y el trigo se recoge y se guarda en su granero.
La parábola expresa que es «un enemigo» el que «de noche» siembra «la mala hierba o cizaña», mientras los cuidadores o empleados «duermen». Como esta parábola está hablando a qué se parece «el reino de los cielos», hay buscar lo que nos pasa en el día de hoy, si estamos cerca o lejos de alcanzar ese reino.
A menudo, los que son llamados a cuidar «el terreno» donde se siembra el trigo, lo dejan sin cuidado porque se duermen. En la antigüedad, los enemigos del propietario de una plantación, le sembraban cizaña para que los segadores más incautos lo cosecharan como trigo y al hacer la harina envenenada las personas murieran. Es claro que hay que estar atentos a la cosecha para evitar que entren enemigos de noche, porque pueden entrar sin darnos cuenta.
Los enemigos del trigo están al acecho. El trigo, es Cristo, que se define a si mismo como el «pan vivo bajado del cielo». José de Egipto guardó trigo para siete años de sequía, Cristo se dará como pan eterno.
Los peligros del día de hoy.
Estamos ante los nuevos ataques del sembrador de cizaña, que en la explicación de la parábola Jesús nombra por su nombre: «el Diablo». Sus acciones durante la noche, durante la oscuridad, son maldad pura, veneno que corroe y mata. Sus manifestaciones son mortales para el cuerpo y para el alma. Están presentes en nuestra vida cristiana. Crecen junto a nosotros, se parecen, hablan casi igual, tanto que confunde a veces a los que nos cuidan.
Es un «falso trigo». El trigo es señal de Cristo, la cizaña es un «falso Cristo»: deforme, su manifestación es de muerte.
En su misericordia el Señor prefiere no poner en riesgo el trigo. En el futuro servirá de alimento para muchos. Si lo cortaran por quitar la cizaña, se estaría arriesgando a aquellos que recibirán el trigo puro molido por el bien de muchos. Los cristianos convivimos con «cizañas» que se comportan muy parecido a nosotros, pero que envenenan.
El tiempo de la cosecha puede ser largo. Hay que descubrir a estos agentes de iniquidad disfrazados.
El Señor en su misericordia no nos corta a pesar de que en algún momento hemos sido «cizaña» y no «trigo», porque sembró trigo en nosotros. Permite que nuestras debilidades crezcan junto a nuestras virtudes hasta el momento de la siega. El maligno siembra cizaña uno decide si la acepta o no.
¿Por qué Dios no permite que corten enseguida la cizaña si ya ha sido detectada? San Agustín en uno de sus sermones expresa:
«De este modo se ejercita la paciencia de las ovejas, igual que la paciencia de Dios. Llegará el momento en que él haga la separación: los unos a la izquierda; los otros a la derecha. Ahora él calla, mientras tú quieres hablar. ¿Por qué quieres hablar? Porque él calla. Tú alegas la venganza del juicio, no la palabra de corrección. Él aún no separa y tú ya quieres hacerlo. El que sembró tolera la amalgama. Si quieres que el trigo esté limpio antes de la bielda, mal lo aventarás, si lo haces con tu viento».
La frase «sembrar cizaña» proviene de esta parábola (ver este artículo de ALETEIA). Hace referencia a todo vicio que se mezcla entre las buenas acciones o costumbres. Cosa que hace daño a otra, maleándola o echándola a perder.
Muchos que se llevan del refrán: «hierba mala nunca muere», piensan que el mal es para siempre, pero realmente la cizaña será separada al final de los tiempos, no por los sembradores, sino por los que siegan, que son los ángeles.
Al final pondrán unos a la izquierda y otros a la derecha. El Evangelio es claro sobre quienes están de un lado y de otro: «porque tuve hambre y me diste de comer, sed y me diste de beber, enfermo o en la cárcel y fuiste a verme«. El mal según esta parábola será desechado primero, amarrado y quemado.
¿Entonces hay gente que es cizaña dentro de nuestra Iglesia? ¿Hay que dejarlos ahí? ¿No dañarán al trigo? Vigilemos más bien al enemigo que quiere entrar a seguir sembrando cizaña.
Aprendamos a discernir en medio de nuestra vida, qué es trigo y qué es cizaña. Cuándo soy trigo y cuándo soy cizaña. Ojalá no nos quedemos siendo cizaña, porque seremos amarrados y quemados eternamente en el fuego que no se apaga.
Pero la mejor forma de estar vigilante es perseverar en la vida de piedad y en el estado de gracia santificante. La oración continua, el estudio y la formación en la fe católica para depurarla, la participación en los sacramentos, el alimento de la palabra de Dios y poner a Jesucristo en el centro de nuestra vida, nos dan garantía de estar alerta y resistir las tentaciones. (ver Info-católica)
Luego de leer y meditar esta parábola entendemos mejor como es el Reino de Dios. Los que son trigo lo heredarán los hijos de las tinieblas serán echados al fuego.
«Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre.
El que tenga oídos, que oiga.»
Mt 13,43
Cizañas virtuales.
Hoy tenemos un ataque a través de la redes tecnológicas disfrazado de buenos mensajes, pero al final llevan a la perdición:
- Fake News
- Pérdida de tiempo conectados a lugares que no nos benefician para nada
- Lugares que atacan nuestra fe y nuestra iglesia y que ridiculizan a nuestro Señor Jesucristo
- Adicción a video juegos
- Pedofilia encubierta de páginas amigables
- Robo de identidad y de cuentas bancarias
- Suplantación de Identidad
- Material violento y que promueve el uso de drogas
- Pornografía
- Etc